11 Datos curiosos sobre el arte y arquitectura de Versalles
¿Has soñado alguna vez con pasear por los extensos jardines del Palacio de Versalles o caminar por sus imponentes salones, evocando épocas de realeza y opulencia? Ubicado a tan solo 20 km del corazón de París, El Palacio de Versalles no solo es un monumento histórico, sino que también es un testimonio vivo de las curiosidades y secretos que encierra en su interior. Elegido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, este palacio atrae a millones: solo en 2017 recibió a 7.700.000 visitantes. ¡Hoy en Curiosidades.com te presentamos datos fascinantes que tal vez no conocías de este majestuoso recinto!
1. Del Refugio de Caza a Palacio Majestuoso
El Palacio de Versalles comenzó siendo algo bastante más modesto. Fue Luis XIII quien, apasionado por la caza, decidió adquirir esas tierras para construir un refugio donde pasar la noche. Posteriormente, este chateau fue ampliado y adquirió más terrenos circundantes. Sin embargo, fue Luis XIV quien, durante las décadas de 1660 y 1670, transformó Versalles en el impresionante palacio que conocemos hoy. ¿Sabías que en un momento, Versalles podía albergar a más de 5.000 personas en sus instalaciones?
2. Jardines con Aromas que Marean
Los jardines de Versalles son, sin duda, una de sus principales atracciones. Con 372 estatuas, 55 estructuras acuáticas, 600 fuentes y más de 20 millas de tuberías de agua, estos jardines han sido testigos de la plantación constante de miles y miles de plantas y árboles a lo largo de los años. Pero con tanta belleza también vino un pequeño inconveniente en el siglo XVII. ¡El aroma de las flores en Trianon era tan intenso que llegó a hacer sentir mal a algunos visitantes!
3. El Salón de los Espejos y el Secreto Veneciano
La construcción del emblemático Salón de los Espejos de Versalles comenzó en 1678 bajo la dirección del arquitecto Jules Hardouin Mansart. Con 357 espejos, este salón se convirtió en una de las joyas del palacio. Pero aquí viene la curiosidad: en aquella época, Venecia tenía el monopolio en la fabricación de espejos. Para equipar este salón, Francia tuvo que persuadir a los artesanos venecianos para que cruzaran la frontera y trabajaran para el palacio. La leyenda cuenta que el gobierno veneciano, temiendo perder su monopolio y que se revelaran sus secretos, vigilaba de cerca a estos artesanos y les prohibía salir de la ciudad, ¡bajo pena de muerte!
4. El Salón de los Espejos y el Tratado de Versalles
El impresionante Salón de los Espejos, que en su momento fue iluminado por hasta 20,000 velas transformándolo en un «corredor de luz», no solo ha sido testigo de exuberantes celebraciones, sino también de momentos históricos decisivos. Uno de los más destacados es la firma del Tratado de Versalles. Este tratado, que marcó el fin de la Primera Guerra Mundial y la paz entre Alemania y las Potencias Aliadas, fue firmado el 28 de junio de 1919, exactamente 5 años después del asesinato del Archiduque Franz Ferdinand, suceso que precipitó el comienzo del conflicto.
5. Un Rey con Platos Fríos
Por increíble que parezca, el gigantesco tamaño del palacio jugó en contra de la comodidad del rey. Dada la enorme distancia entre la cocina y el comedor real, y a pesar de los cientos de sirvientes encargados de alimentar a veces a más de 5.000 personas, los platos del rey solían llegar fríos a la mesa. No fue sino hasta el siglo XVIII cuando Luis XV decidió construir cocinas privadas en sus aposentos para disfrutar de sus comidas en su punto justo de temperatura.
6. El Refugio Romántico de María Antonieta
María Antonieta, esposa de Luis XVI, tenía un rincón especial dentro de los dominios de Versalles: “El Pequeño Trianón”. Utilizaba esta residencia como su refugio personal y contaba con un teatro y una granja que producía verduras y productos lácteos frescos. Pero hay un detalle aún más curioso: en el terreno se encuentra un “templo del amor” rodeado de columnas y presidido por una estatua de Cupido. Cerca del templo, María Antonieta mandó construir una gruta privada, un lugar recóndito lleno de vegetación. Se dice que contaba con una cama de musgo y dos entradas, lo que sugiere que pudo haber sido el escenario perfecto para encuentros secretos. Aunque su verdadero propósito sigue siendo objeto de especulación, ¡guiño, guiño!
7. Las Majestuosas Menagerías Reales
Mientras Versalles recibía miles de visitantes, también se convirtió en hogar de diversas menagerías repletas de animales y aves exóticas de todo el mundo. Gracias al arquitecto Louis le Vau, el palacio contó con una innovadora menagerie que separaba a las especies en recintos adaptados, visibles desde el balcón del pabellón central de La Ménagerie. Esta innovadora idea se propagó por Europa, siendo precursora de lo que hoy conocemos como zoológicos.
8. Centro de Investigación Científica
Más allá de ser un epicentro de lujo, Versalles jugó un papel fundamental en la investigación científica. Durante el periodo de la Ilustración, tanto Luis XV como Luis XVI, fervientes apasionados de la ciencia, coleccionaron instrumentos utilizados en experimentos de horología, astronomía y cartografía. Gracias a la amplia menagerie del palacio, la investigación zoológica prosperó. De sus jardines también brotaron avances en botánica y agricultura, albergando hasta 400 especies botánicas de todo el mundo, ¡desde piñas hasta vainilla y café!
9. El Trágico Destino de la Puerta Real
El esplendor del Palacio de Versalles no fue siempre bien recibido. Durante la Revolución Francesa, en 1789, en medio de la aversión popular hacia la opulencia de la monarquía, se ordenó desmantelar la puerta principal, que estaba cubierta en su totalidad con oro. Esta puerta simbolizaba el abismo entre la realeza y el pueblo hambriento y empobrecido. Sin embargo, en 2008, se reconstruyó este icono y fue decorado nuevamente con 100,000 hojas de oro, resurgiendo de las cenizas de la historia.
10. La Dulzura del Chocolate Caliente
Mientras los banquetes de Versalles eran legendarios, el rey Luis XV tenía una debilidad: el chocolate caliente. Esta bebida de cacao, vista entonces como una exquisita rareza, se convirtió en la favorita de todos. Se rumoraba sobre sus efectos afrodisíacos, y claro, el rey no dudaba en ofrecerla a sus amantes, llegando incluso a prepararla él mismo, algo inusual para un monarca. Y no podemos olvidar a María Antonieta, quien al casarse con Luis XVI en 1770, llevó a su propio chocolatero a la corte. Su especializado título era nada menos que “Chocolatero de la Reina”.
11. Ollas de Recámara de Plata: Lujo hasta en los Detalles más Íntimos
El lujo en Versalles llegaba hasta los rincones más insospechados. La familia real contaba con un mueble especial en sus habitaciones que funcionaba como una especie de silla con un orificio. Bajo este, se colocaba una olla de recámara que el personal cambiaba periódicamente. Pero, ¡atención a este dato curioso de Curiosidades.com! Mientras que la mayoría tenía ollas de recámara, en Versalles estas eran de plata pura. A pesar de este ostentoso detalle, la falta de instalaciones sanitarias adecuadas significaba que, con la casa llena de invitados y personal, el ambiente podía tornarse… digamos que un poco aromático. Afortunadamente, bajo el reinado de Luis XV, se instalaron las “toilettes à l’anglaise” en sus aposentos privados, marcando un cambio en la historia de la higiene palaciega.
¡Y así, queridos lectores, concluye nuestra breve pero encantadora travesía por los secretos más sorprendentes del Palacio de Versalles! ¿Listos para más historias y curiosidades del mundo? ¡Continúa tu viaje con Curiosidades.com y descubre cada rincón de nuestro fascinante planeta! ¡Hasta la próxima aventura!