Manuel Liñán, nacido en Granada, es el rostro del flamenco moderno y uno de sus máximos representantes en la actualidad. Su arte trasciende fronteras y conecta con temas sociales de actualidad. De Nueva York a Sídney, su interpretación del flamenco le ha ganado ovaciones y llenos totales. Aunque vive en Madrid, su corazón siempre pertenecerá a Granada.
¿Cuál es tu conexión con Granada?
Vivo en Madrid, pero mi vínculo con Granada, donde el flamenco resuena en cada rincón, es mágico. Cada vez que vuelvo, siento que la ciudad me envuelve y me protege.
¿Dónde comemos?
Desayuna en la zona de Plaza Nueva. En Granada, las tapas son generosas. Por el costo de una cerveza puedes obtener pescado frito o incluso una hamburguesa… así que con dos o tres cervezas, ya has comido. Tapea en el Albaicín, el barrio más antiguo, y cena en Mirador de Morayma, frente a la Alhambra. Simplemente mágico.
¿Dónde disfrutamos de un buen show de flamenco?
¡En cualquier tablao de Granada! En Madrid, te recomiendo Corral de la Morería o Tablao de las Carboneras. Artistas increíbles y shows maravillosos te esperan allí.
¿Algún lugar para relajarse en Granada?
Me encantan los baños árabes de la Carrera del Darro.
¿Cuál es el barrio más especial para ti en Granada?
Sin duda, Sacromonte. Histórico y con encanto; antiguamente, muchos vivían en las cuevas que allí se encuentran. Sus calles estrechas, iglesias hermosas y su posición frente a la Alhambra, separado por el río Darro, lo hacen inolvidable.
