La increíble relación entre desorden y creatividad
En uno de los experimentos que realizaron, les pidieron a cuarenta y ocho estudiantes de universidad que pensaran en diez usos no convencionales para pelotas de ping-pong. A la mitad de los participantes los pusieron en un cuarto muy organizado y limpio y la otra mitad en un cuarto desordenado con papeles esparcidos en una gran mesa (junto con otros en el piso). Dos asistentes calificaron cada idea en una escala del uno al tres (de “nada creativo” a “muy creativo”). Después de sumar los resultados, los investigadores hallaron que aquellos que trabajaron en un cuarto desordenado fueron en general más creativos que los que hicieron la tarea en el cuarto limpio. En promedio, a aquellos trabajando en un ambiente prístino se les ocurrieron el mismo número de ideas, sólo que no fueron tan innovadoras.
“Ser creativo tiene que ver con romper con la tradición, el orden y la convención, y un ambiente desordenado parece ayudar a las personas a hacer justo eso, concluye Vohs. Por más que el estudio sea interesante y el hecho de derrochar ideas en un espacio desordenado pueda ser más dinámico, el desorden tiene sus bemoles a la hora del trabajo. Si no estás en un espacio organizado (aunque organizado signifique un caos cuidadoso) no podrás estructurar claramente ningún proyecto. Todo espacio es forma y clima de lo que contiene. Quizá sea bueno hacer el ejercicio de la ocurrencia en un cuarto desordenado y desarrollar el proyecto en un cuarto organizado y limpio.