Las Mejores Tabernas de Tapas en Madrid: ¿Estás listo para un tour culinario inolvidable? Los bares de tapas son el alma que une a la sociedad madrileña. Ya vengas con casco de obra o traje de negocios, en la taberna todos reciben el mismo servicio directo y fiable. Claro, abundan lugares sofisticados donde la élite local se desvive por platos que parecen auténticas obras de arte (¡hola, La Gabinoteca!), pero incluso los madrileños más chic no pueden resistir el encanto nostálgico de tascas tradicionales como Casa Amadeo y Sylkar. Lo mejor de todo es la libertad de elegir: no te limites a un solo lugar o ambiente, ya que una ronda de tapas puede llevarte a cinco bares en una noche. Sumérgete en nuestras selecciones de las mejores tabernas de tapas de Madrid con Curiosidades.com: Saborea, pica, paga, repite. ¡Vamos allá!
Bodega de la Ardosa
Con sus 127 años de historia, la Bodega de la Ardosa nos transporta al pasado: Botellas cubiertas de telarañas y curiosidades antiguas adornan sus paredes, grifos de cerveza grabados presiden la barra, y barricas de vino transformadas en mesas se intercalan con columnas de hierro forjado. En temporada, no puedes perderte las alcachofas, confitadas en un delicioso aceite de oliva español hasta lograr una consistencia casi untable y luego doradas a la perfección en una plancha ardiente. Las ortiguillas rebozadas, carrilleras al jerez y la jugosa tortilla española, ganadora de medallas de oro, son igualmente sublimes. Si el comedor principal parece muy lleno, echa un vistazo más allá del lado derecho de la barra: encontrarás un salón trasero que a menudo tiene más espacio.
Casa Amadeo Los Caracoles
«¡Quién quiere caracoles, los mejores caracoles de Madrid!» exclama con pasión Amadeo Lázaro, el dueño octogenario de Casa Amadeo. Desde 1942, ha sido el embajador de sus famosos caracoles al ajillo, convirtiéndolo en el tabernero más antiguo de la capital. Conocido popularmente como «Los Caracoles», este pequeño rincón en Plaza de Cascorro se llena los domingos, coincidiendo con el bullicio del cercano mercadillo El Rastro. Incluso si eres de los que siente recelo, te retamos a probar los emblemáticos caracoles de Amadeo: son un ritual para cualquier mañana en El Rastro. Y no solo eso, déjate seducir por otras joyas gastronómicas como las gambas en gabardina, los estofados de manos de cerdo y los cangrejos hervidos.
Casa Revuelta
Revuelta, que significa «revuelto», es más que adecuado para este vibrante bar de antaño, a escasos dos minutos de la Plaza Mayor. Prepárate para abrirte paso hasta la barra, donde elegantes camareros de época te sirven entre burbujeantes medias pintas y esbeltas copas de vermú. ¿Buscas un bocado delicioso? Los crujientes buñuelos de bacalao, servidos calientes y con un palillo para degustar, son una auténtica ganga por solo €3. Pero no olvides su otra especialidad: la tripa cocida lentamente, disponible solo los miércoles y jueves. Visita Casa Revuelta para recargar energías entre los puntos de interés como la Plaza Mayor y el mercadillo de El Rastro, o inclúyelo en tu recorrido de tapas por el casco antiguo.
La Tape
Si eres amante de la cerveza, La Tape es el lugar que no puedes dejar de visitar en Madrid. No solo es un santuario para los cerveceros y aquellos que elaboran su propia bebida, sino que también es un espacio para quienes prefieren relajarse con una copa de vino y deliciosas tapas. La Tape nos ha robado el corazón con su ambiente desenfadado y fresco. El menú es simplemente irresistible. Ofrece platillos clásicos españoles, como la mejor ensaladilla rusa de la ciudad, y opciones internacionales que te harán agua la boca, como la burrata bañada en pesto y la tempura de alcachofa.
Casa González
Imagina un lugar en el corazón de Europa donde, al salir de una calle empedrada, te encuentras con una tienda especializada en quesos. Eliges tus favoritos, seleccionas una botella de vino y te sientas junto a una ventana en una mesa de mármol para degustarlos. Esa es la esencia de Casa González, un encanto fundado en 1931 que combina tienda gourmet con restaurante de tapas. Mientras otras vinotecas del barrio se llenan de rostros conocidos, Casa González atrae a aquellos que buscan simplemente buena comida y buenos momentos. No solo es un pedacito de la historia culinaria de Madrid, sino también un testimonio de la pasión por los sabores auténticos. Y un consejo: deja que el experto detrás del mostrador te prepare una tabla de quesos con lo mejor que tienen.
Melo's
Antes de que el ambiente hipster tomara las calles de Lavapiés, lugares como Melo's definían la esencia del barrio. Lo describimos como un recuerdo tangible de lo que solía ser: auténtico y sin pretensiones. Olvídate de sitios web modernos, pagos con tarjeta o menús extensos. Aquí, si pides una carta de vinos, te mirarán y dirán: «es tinto o blanco, ¡simple!». Pero es justamente ese encanto tradicional (¡y sus precios!) lo que te cautiva. Y hablemos del plato estrella: la zapatilla. Imagina un sándwich con queso fundido y jamón gallego ahumado. Una auténtica delicia, perfecta tanto para mitigar un antojo nocturno como para curar la resaca. En Curiosidades, te invitamos a redescubrir la magia del Melo's. ¡No esperes más y vive una experiencia genuina en el corazón de Madrid!
Docamar
¿Un bar a 25 minutos del centro de la ciudad que se llena hasta los topes todas las noches? ¡Tiene que ser especial! Docamar no es solo un bar, es una institución de Ciudad Lineal desde 1963. Con un menú amigable para el bolsillo, atrae tanto a jóvenes universitarios ruidosos como a familias y profesionales. Pero, ¿qué hace que la gente recorra distancias solo para visitar Docamar? Su plato estrella: las patatas bravas. Imagina trozos de patata crujientes bañados en una salsa picante que te hace llorar de emoción y picante a la vez. ¡Y ese secreto de la receta! ¡Anímate a vivir una experiencia culinaria inigualable en Madrid!
Cinco Jotas
Cuando piensas en jamón ibérico de alta calidad, Cinco Jotas resplandece como un faro de excelencia. En el lenguaje local, decir «es un Cinco Jotas» es sinónimo de «es lo mejor de lo mejor». Y, ¿dónde mejor para degustar este Rolls-Royce de los jamones que en su propio bar y restaurante? Aquí, cada loncha promete ser un lujo, delicada y perfectamente cortada.
Con un sabor profundo, a nuez y una persistencia que permanece en tu paladar mucho después de haberlo degustado, el jamón de Cinco Jotas te hará replantearte todo lo que sabías sobre el prosciutto y el serrano. ¡Prepárate para una experiencia culinaria inolvidable!
La Carbonera Bar de Quesos
Taberna de Antonio Sánchez
Antonio Sánchez, con el título de la taberna más antigua de Madrid (fundada en 1787), es más que un bar, es un museo vivo. Entre botellas de vino antiguas y cubiertas de polvo, resplandecen los azulejos tradicionales, testigos de tiempos pasados. El bar de madera del siglo XIX está repleto de delicias: aceitunas, canapés de jamón y chorizo en trozos. Las paredes narran historias: retratos de toreros, pintados por un artista ya olvidado, conviven con una réplica del boceto de Ignacio Zuloaga que inmortaliza al torero Ignacio Sánchez Mejías. Recortes de periódicos en tonos sepia y carteles escritos a mano proclaman: «Callos, Cazón, Calamares, Rosquillas, Tortillas, Pan Frito”.
Los Chuchis
Desde el primer paso que das en Los Chuchis, su barra en forma de herradura, las flores frescas, el suelo de baldosas a cuadros y las mesas de madera te envuelven en una cálida bienvenida. Es ese rincón del barrio que los locales preferirían mantener en secreto.
No te sorprendas si se te hace agua la boca al leer el menú escrito a mano. La cocina de Los Chuchis es un festival de sabores que desafía etiquetas. Desde el bacalao asado con salsa verde, pasando por el camembert al horno hasta las salchichas al estilo inglés, especiadas y preparadas por un carnicero local según los deseos del chef.
Bar Cerveriz
Enfrente del Mercado de San Miguel, encontramos el Bar Cerveriz; una auténtica joya escondida entre las trampas para turistas. Carlos y María Ángeles tomaron las riendas de este acogedor rincón en 1989. Mientras Carlos se luce tras los fogones, María Ángeles atiende a los pedidos y comparte amenas charlas con la fiel clientela.
Si bien la legendaria tortilla española del Cerveriz es la responsable de atraer a muchos curiosos por primera vez, no podemos pasar por alto otras especialidades de Carlos. Los garbanzos estofados con jamón y pimentón, o el calamar guisado en salsa de zanahoria y vino, son ejemplos de la comida casera española en su máxima expresión.
Los Huevos de Lucio
Entrar a Los Huevos de Lucio en Cava Baja puede ser todo un desafío, ¡prepárate para usar tus codos! Tanto en la barra como en el comedor trasero, lugareños del barrio La Latina y turistas se deleitan con generosas porciones de huevos estrellados, el plato estrella de la casa. Imagina unos huevos tiernos reposando sobre patatas fritas, con opciones adicionales como jamón, chorizo y otros deliciosos complementos que reconfortan el paladar.
En tiempos donde Cava Baja ha sido inundada por cadenas de tapas mediocres y franquicias genéricas, es un soplo de aire fresco encontrar un negocio familiar como Los Huevos de Lucio lleno de comensales noche tras noche.
La Gabinoteca
Desde el primer vistazo con su iluminación tenue, divisores de malla de gallinero y sillas rescatadas, sabes que La Gabinoteca no es tu típica taberna de tapas. ¿Ese filete en llamas en la mesa contigua? ¡Espectacular! Y no olvides esa Ensalada César que te invita a cortarla tú mismo con unas tijeras. Este lugar es perfecto para una experiencia gastronómica de tapas completa más que una parada rápida. Es un restaurante que se siente como un destino en sí. Aquí, las tapas combinan estilo con sustancia, brillando en ambas categorías. Por ejemplo, las navajas gratinadas realzadas con crema de kimchi, un platillo estrella desde el primer día. Después de probarlas, comprenderás por qué.
Fide
Most seafood restaurants worth their salt are whole-paycheck expensive. Not Fide. What this no-frills tapas bar may lack in charm—nobody looks sexy under ultra-bright LED lights—it makes up for with pristine shellfish and lovingly packed, affordably priced conservas: canned delicacies like tuna and anchovies. The fresh, briny seafood sings alongside dry whites like fino sherry or albariño. Make this a pitstop on a tapas crawl through Chamberí before heading on to Sala de Despiece, Sylkar, or other Ponzano hotspots.