Casi tres años después de que el COVID obligara a la ciudad que nunca duerme a atenuar sus luces, la escena de restaurantes de Nueva York parece haber vuelto a su antigua normalidad. Muchos de los clásicos queridos en esta lista, como el encantador italiano Via Carota, el galardonado con estrellas Michelin Le Bernardin, y el destino de pizza Lucali, ahora pueden decir que han llegado al otro lado. Y con la incorporación de la cena al aire libre, algunos ahora tienen incluso más asientos para recibir a los visitantes. También hay nuevos géneros de restaurantes, como Contento, que trabaja para ser verdaderamente accesible para todos, y el picante Dhamaka que abrió durante la pandemia y persistió, estableciéndose como importantes contendientes entre los mejores restaurantes de la ciudad de Nueva York.
Con el repunte del turismo, las mejores mesas de la ciudad se han convertido nuevamente en productos codiciados. Asegúrate de reservarlas con anticipación, pasa temprano o intenta tu suerte al final de la noche para conseguir un asiento libre en la barra.
Dhamaka
El restaurador Roni Mazumdar y el chef/socio Chintan Pandya han tomado por asalto la escena gastronómica de la ciudad en los últimos años con una serie de aperturas que, sin duda, coinciden con el nombre de su compañía: Indiano sin remordimientos. Su lugar en West Village, Semma, que recientemente recibió una estrella Michelin, a menudo está justamente en el centro de atención, pero Dhamaka es el hermano mayor genial que tiene su propia onda. Dhamaka no es un restaurante de contención, es uno de abundancia y exuberancia. Pandya y su equipo se adentran en las cocinas regionales de India para compartir platos que raramente vemos en los menús de los Estados Unidos, como el aclamado plato de conejo de Rajasthan del restaurante, que debe pedirse con antelación. Se marina durante 48 horas en yogurt especiado y luego se cocina lentamente durante horas. También está el doh khleh, una ensalada de cerdo con cilantro y jengibre de Meghalaya cerca de Bangladesh y chenna poda, un postre de queso horneado de un estado al este de India, debajo de Kolkata. Algunos platos, como el excepcional biryani de cuello de cabra, que se sirve en una olla sellada con un pan plano fino, son más grandes, así que consulta con tu mesero la cantidad de platos a pedir.
Teranga
Teranga es dirigido por el aclamado chef nacido en Senegal y autor de libros de cocina, Pierre Thiam. Ofreciendo una mirada culinaria a África a través de ingredientes cultivados en África y sabores que datan de antes de la colonización, el restaurante es tanto un lugar para cenar como una parte integral del Centro de África. El nombre Teranga se traduce como «buena hospitalidad» en senegalés, y aunque este es un lugar de comida rápida informal, el equipo aquí es efectivamente cálido y acogedor.
Buvette
Estás de vuelta en ese café parisino que tanto te gustó, con sus mesitas y su luz suave. Tu primer paso importante es pedir las anchoas en tostadas calientes untadas con mantequilla fría. Después de eso, opta por platos fuertes como el cassoulet o uno de los croque monsieurs, y tal vez salta la muy hablada mousse de chocolate, que encontramos que no vale la pena el alboroto, en favor de la dulce tarte tatin. Además, por si no quedaba claro desde el principio: vas a beber vino. La chef-propietaria Jody Williams se enorgullece mucho de su lista. Opta por el rosado con amigos durante el brunch o abre una botella de algo bien de precio del Valle del Loira para tomar con charcutería por la noche.
Cote
A sólo 10 cuadras al sur del Koreatown de Nueva York (ver un itinerario del barrio aquí), encontrarás Cote, uno de los restaurantes coreanos más destacados y concurridos de la ciudad. No faltan opciones a la carta, pero el Butcher’s Feast de precio fijo es por donde los comensales deberían empezar. Por 65 dólares por persona, te tratan con ban-chan de temporada, suflé de huevo salado, dos guisos (incluyendo el picante guiso de kimchi), y la selección de carne de la casa, incluyendo USDA Prime y Wagyu, cocinado en la mesa con parrillas sin humo.
Cervo's
Cervo’s ha estado alrededor desde mucho antes del nuevo auge gastronómico de Dimes Square, y sigue siendo uno de los mejores restaurantes de la zona. La cocina mira hacia las costas de la Península Ibérica, pero el espacio vivaz y apretado, y los asientos al aire libre en la calle Canal se sienten distintivamente neoyorquinos. El menú, que cambia regularmente, siempre se inclina hacia los mariscos y las verduras con muchos toques brillantes y salados como la bottarga rallada sobre tomates heirloom, ensaladas de berro regadas con vinagre, y esas pequeñas almejas de Manila cocinadas en vinho verde. Aunque hay opciones de platos más grandes como un ala de raya frita y una hamburguesa de cordero, las mejores comidas en Cervo’s son las compuestas por muchos platillos pequeños que puedes disfrutar tranquilamente. Como el menú de comida, las ofertas de vino están inspiradas en España y Portugal, con una serie de botellas naranjas y otras opciones naturales. También hay servicio de vermut con siete vermuts a elegir, y un excelente spritz.
Mercado Little Spain
Mercado Little Spain es el más ambicioso homenaje de Nueva York a España, y el más reciente participante en las guerras de los mercados gastronómicos de NYC. Llega gracias a los fundadores José Andrés y los hermanos Albert y Ferran Adrià. Aunque sólo hay un par de lugares abiertos para cenar —La Barra, Spanish Diner (¿tortilla de patata o croquetas del día?), y Leña & Mar— la despensa bien curada está disponible para llevar, incluyendo un océano de mariscos enlatados, aceite de oliva, y mucha carne. Andrés trabajó para traer especialistas de España, lo que significa que los churros están crujientes, la paella está bien cocida, y el jamón es cortado por una mano experta.
Dame
Lo que empezó como un pop-up ahora es un exitoso restaurante de mariscos con inclinación británica para pescado dorado y patatas fritas, además de ostras asadas con salsa holandesa de chartreuse verde, elegantes brochetas de calamar y cebolla, colas de pez globo con mantequilla de chili, y una creativa carta de vinos dividida en dos secciones: «Lo que Austin Powers está bebiendo» y «Lo que James Bond está bebiendo. El conciso menú de Patricia Howard y Ed Szymanski se inspira en sus raíces británicas con platos como arroz kedgeree con cangrejo al curry, «auténticas patatas inglesas», como el equipo las llama, y postres como el pudin pegajoso de toffee, pero la inglesidad no es tan evidente como para que sientas que estás cenando en el campo británico. También hay elegantes vieiras crudas con limón en conserva y pimientos nardello, y tartar de atún en tostada que está coronado con bottarga. Las mesas en Dame son codiciadas, así que mientras el restaurante puede acomodar grupos de hasta seis, si no puedes conseguir una reserva entonces es mejor planear una noche con un solo acompañante para cenar, o cenar solo en la barra que mira hacia la cocina.
Wildair
Observa este estrecho espacio, con altos taburetes, mesas altas y perdónate por pensar: «¿Todo este alboroto… por un bar de vinos?» En cierto sentido, lo es, pero antes de que imagines grandes facturas y comida horrible, debes saber que esta comida es una de las mejores en una ciudad con la mejor comida del mundo. Como ocurre con un álbum famoso, varios platos de este menú tienen sus fanáticos. Hay un hombre comiendo la ensalada de pequeñas gemas y pistachos y alabándola. A unos taburetes de distancia, una mujer enloquece por las almejas con XO en un caldo de almendras. Y cerrarán las puertas si intentas salir sin probar el tartar.
Atoboy
Inspirada por el banchan, pero más voluptuosa y satisfactoria en su entrega, la comida refinada de este restaurante coreano (no confundir con el templo de cócteles sin comida de LES, Attaboy) es obra de un destacado chef con estrellas Michelin. Piensa en: remolacha y yogur ahumado, pulpo con chimichurri y patata, panceta de cerdo y enoki, o pato con cantarelas y membrillo. Los postres suelen ser brillantes, florales y estimulantes para la noche que viene. El vino es el foco de la carta de bebidas aquí, con una lista cuidadosamente curada que deja espacio para la experimentación junto a los clásicos californianos y franceses.
Adda Indian Canteen
Los barrios de Nueva York están salpicados de puntos de comida india para llevar que sirven una rotación de platos estándar como el pollo tikka masala y el paneer. Adda, en Long Island City, Queens no es parte de este grupo. Dirigido por Roni Mazumdar de Rahi y el chef ejecutivo Chintan Pandya, Adda ofrece, como ellos dicen, comida india «auténtica sin disculpas». Esto incluye el paneer hecho en casa. También hay junglee maas, o curry de cabra, y snacks que vienen con una justa advertencia en el menú: «altamente adictivo».
Raoul's
En esta institución de estilo antiguo en SoHo, los manteles blancos, los techos de chapa prensada, y el steak au poivre de 58 dólares ocultan una larga historia de desafío y ruptura de reglas. ¿El artículo ultra secreto? La hamburguesa au poivre. Los fanáticos de las hamburguesas la adoran y su cubierta cremosa y chorreante de queso St.-André. Para los postres, el pudín de pan de plátano y coco tiene sus devotos. Ven aquí cuando sientas curiosidad por el antiguo y malo Nueva York, cuando el elenco de SNL salía a cenar a la 1 a.m., y la gente podría terminar bailando sobre las mesas, y para ver una versión ligeramente más tranquila hoy.
Olmsted
Aquí encontrarás a entusiastas comensales encantados de que el chef haya trabajado antes en Alinea y un montón de locales y turistas amantes de Instagram, todos listos con sus cámaras. El chef Greg Baxtrom entiende de vegetales, pero sus habilidades son diversas, y se extienden a pescados y carnes de caza. Y si te saltas el postre de mousse de chocolate, o la opción otoñal de hacer tus propios s’mores en el jardín, eres un completo insensato.
Don Angie
La comida italoamericana puede parecer muy común en la ciudad de Nueva York, pero este es el tipo de lugar al que necesitarás volver al menos cuatro o cinco veces para probar todo en el menú que deseas ordenar. Los chefs esposo y esposa, Scott Tacinelli y Angie Rito, han estado cocinando juntos durante casi una década, antes de esto estuvieron en Quality Italian en el centro de la ciudad, y no solo están preparando pollo parmesano con un lado de ziti. Esto es italoamericano de siguiente nivel: Piensa en un aperitivo de pan plano de ajo relleno, con queso rezumando de cada rasgadura; una versión de la ensalada Crisantemo generosa con queso rallado; y una pasta garganelli giganti, cocida en un salado y delicioso ragú de guanciale y pecorino que es básicamente los espaguetis y albóndigas de tus sueños. Las bebidas también son excelentes: un Nonna's Little Nip, una mezcla de pomelo, Campari y prosecco, o un Pinky Ring, una mezcla de bourbon, Carpano Antica, Galliano y Campari, son justo lo que necesitas para relajarte.
Gage & Tollner
Gage & Tollner tiene más de 100 años, pero de alguna manera logra sentirse exactamente como un restaurante de Brooklyn de hoy debería ser: acogedor, reflexivo y bullicioso, con una dosis de historia mezclada de buena medida. Es el tipo de restaurante que recuerda a los invitados por qué Nueva York es una gran ciudad para cenar. El interior histórico de Gage & Tollner está revestido de espejos y arcos de madera de cerezo e iluminado por candelabros de bronce. Es precisamente el tipo de lugar para pedir un cóctel clásico, como uno de los siete martinis en oferta o un Manhattan. El menú se inclina hacia los clásicos de la casa de carnes como el New York strip steak y el cóctel de camarones, pero también hay toques más modernos como las almejas kimsino, hechas con mantequilla de bacon-kimchi, y crujientes hongos hen of the woods con alioli de ajo negro y Sriracha de la casa. No importa tu orden de cena, asegúrate de dejar espacio para el baked Alaska de Caroline Schiff, quien fue nombrada recientemente Mejor Nueva Chef por Food & Wine. Bajo una gruesa capa de merengue chamuscado se encuentran capas de menta fresca, chocolate oscuro, y helado de cereza amarena y crujiente de galleta de chocolate.
Le Bernardin
Conocido desde hace mucho tiempo como uno de los mejores restaurantes de la ciudad de Nueva York y del mundo, Le Bernardin ha deleitado a los neoyorquinos con su presencia durante décadas. Lo que querrás hacer aquí es optar por el menú de degustación del superestrella Eric Ripert. El pescado que domina su menú fijo está en gran parte intacto, salvo por los mejores adornos, por lo que te pones en las muy capaces manos de sus sauciers. Y no te saltes el postre, no en un restaurante al que el New York Times ha otorgado consistentemente cuatro estrellas desde su apertura en 1986. El servicio es también lo que esperarías de un restaurante de esta reputación: todos son tan atentos que casi puede ser abrumador (de buena manera, de buena manera).
Charlie Bird
Mariscos, pastas y una famosa ensalada de farro son los principales atractivos de este animado y enérgico lugar que tiene un indudable ambiente de café de Milán. Las ostras Wellfleet con vinagretas de tomate o manzana suelen ser super frescas y de alta gama, y podrían venir con una mignonette de agua de tomate. Tómate un tiempo con la carta de vinos: es bastante famosa y bastante satisfactoria, con muchas medias botellas para aquellos con un presupuesto. (Si no, no te preocupes: Hay una botella de Krug Grande Cuvée de $250 con tu nombre en ella.)
Lilia
Este himno a la pasta en Williamsburg se encuentra en un antiguo garaje con techos de madera con vigas expuestas. La chef y propietaria Missy Robbins es una de las mejores chefs de pasta de Nueva York. La gente viene aquí por todo tipo de cosas ricas en carbohidratos: rigatoni diavola, gnocchi y ravioli. Comienza, sin embargo, con algunas fritelle de cacio e pepe, hermosas bolas fritas adornadas con queso salado y pimienta, y continúa con mariscos, otro fuerte de Robbins. ¿Quizás hoy es el día para las almejas a la parrilla salpicadas de chiles calabreses? ¿Sardinas curadas con alcaparras? Todo es bueno. Pero, el plato que absolutamente debes pedir es el mafaldini, una pasta rizada condimentada con pimienta rosa. Las reservas son difíciles de conseguir (es posible que necesites reservar con un mes de anticipación) pero conseguir una vale la pena la constante actualización de Resy.
Raku
Baja por Macdougal Street en el borde occidental de SoHo y busca un pequeño cartel blanco cuadrado con caracteres japoneses dibujados con arte y Raku escrito en pequeñas letras romanas debajo. Si eliges cenar dentro, serás recibido por un comedor tranquilizador y evocador y algunos de los mejores udon de la ciudad (de los cuales, por supuesto, tendrás tu ración en el exterior). El extenso menú en Raku puede ser un poco abrumador para un visitante por primera vez, así que primero decide si quieres tu udon caliente o frío, luego concentra tus esfuerzos en esa sección. Raku es uno de esos raros restaurantes de Nueva York que son impresionantes, evocadores, consistentemente excelentes y (lo más importante y sorprendente) fáciles de reservar.
Los Tacos No. 1
Una realidad: la ciudad de Nueva York no tiene la credibilidad taco de una ciudad como Los Ángeles o San Diego. Dicho esto, no está sin sus destacados. El menú en Los Tacos No. 1 en Chelsea Market es corto, pero cubre todos los puntos importantes con una selección ajustada de tacos hechos en tortillas de maíz o harina mezcladas con manteca de cerdo. También hay quesadillas y mulas rellenas de proteínas como pollo asado y adobada, o cerdo marinado coronado con una piña. Las chips frescas, salsa y guacamole redondean una comida. La falta de asientos hace que Los Tacos No. 1 sea ideal para un aperitivo o una comida ligera mientras estás explorando el área.
Sushi Nakazawa
Daisuke Nakazawa, el aprendiz de Jiro Dreams of Sushi, cocina aquí, y en un mundo ideal, estás sentado justo en su mostrador. Pagarás un poco más para hacerlo, pero oh, lo que puede hacer con el pescado. El hombre debe soñar despierto en textura y temperatura, porque ya sea caballa, pez saltador ahumado o camarones en su menú, están sazonados ligeramente, llevados a una calidez muy precisa, y servidos con un efecto trascendental. Están aquí las personas que han escuchado los elogios de cuatro estrellas, ya sea que tengan antojos de sushi y hayan ahorrado sus centavos o simplemente tengan dinero para gastar.
Frenchette
Frenchette, de los veteranos de Keith McNally, Riad Nasr y Lee Hanson, no es exactamente un reflejo de Francia; más bien, es su visión de cómo debería ser un restaurante francés en la ciudad de Nueva York. Los comensales bien familiarizados con el canon culinario francés encontrarán muchos amigos conocidos en el menú aquí, incluyendo foie gras, poulet roti y cote de boeuf, pero el menú no se limita a estos elementos. Nasr y Hanson también han trabajado en sus propios platos interpretativos como beignets de trucha ahumada con ranch'ette, manzanas y spaetzle.
Lucali
Henry Street en Carroll Gardens Brooklyn es el hogar de familias italianas que han vivido aquí durante generaciones, el conjunto de cochecitos que se mudaron más recientemente, y Lucali, una de las mejores pizzerías de la ciudad. Cenar aquí requiere paciencia y planificación. Todas las tardes se forma una fila fuera de Lucali para «la lista». El sitio web del equipo lo explica de manera simple y mejor: «Llega antes de las 5. Pon tu nombre en la lista. Ve a tomar una copa. Te llamaremos cuando tu mesa esté lista». Podría ser una hora, podría ser tres: Lucali vale la pena renunciar a una noche por ello.
The Four Horsemen
Un personal alegre ayuda a que se sienta acogedor, al igual que saber que James Murphy (de LCD Soundsystem) dirige el lugar. Este es el tipo de lugar, sin embargo, donde podrías considerar invertir tus presupuestos de bebida y comida. Tal vez desembolsas 70 dólares por el vino y 14 por los frijoles con mantequilla en caldo de jamón, decidiendo escuchar ambos lados de cualquier álbum que estén tocando, beber toda la botella y tomar una porción de pizza más tarde. El lugar es copropiedad de cuatro aficionados al vino y lo ves en todo el menú increíblemente largo: Hay una página entera de vinos naranjas, por ejemplo. La lista cambia prácticamente día a día, y el personal te alertará sobre lo que acaba de llegar y lo que casi se ha ido, un verdadero sueño para los amantes del vino. La sección de Champagne del menú es simplemente extraordinaria.
Via Carota
Decorado de forma escasa pero cálido y acogedor, con mucha madera y ladrillo expuesto, Via Carota es el tipo de lugar donde podrías encontrarte con celebridades, pero donde te sentirás totalmente cómodo sentado a su lado en jeans y una camiseta. Pero no aceptan reservaciones aquí, por lo que el reverso de toda esa frescura es que las esperas en horas pico pueden llegar a las tres horas. El menú está lleno de creaciones supremamente deliciosas de Rita Sodi y Jody Williams, quienes entre ellas dirigen Buvette en NYC y París, I Sodi a un par de cuadras de distancia, y Bar Pisellino al otro lado de la calle. Incluso los platos de verduras relativamente sencillos, como la bruschetta de pera y gorgonzola con nueces, son notables en su fresca simplicidad.
Cafe Kashkar
Al final de las líneas de metro B y Q se encuentra Brighton Beach, uno de los vecinos culinarios más pasados por alto de la ciudad (su posición en el borde mismo de la ciudad es responsable de esta desafortunada realidad). Sin embargo, cuando los visitantes llegan aquí, pueden encontrar su camino hacia platos de perfectos vareniki de cereza agria en Varenichnaya, baklava enviada desde Estambul en Brighton Güllüoglu Baklava Cafe, y un sinfín de alimentos preparados, incluyendo ricos blintzes, en Brighton Bazaar. La primera parada, sin embargo, debería ser el Café Kashkar, que sirve comida uzbeca-uygur rica en comino, cordero, ternera y fideos.
Contento
Los cinco socios de Contento están profundamente comprometidos con la hospitalidad para todos: Contento recibió el prestigioso premio Heads of the Table de Bon Appetit, otorgado a quienes trabajan para hacer que el espacio de la comida sea más inclusivo, por su barra accesible para sillas de ruedas, códigos QR en el menú para una versión hablada del menú para los comensales con baja visión, y una lista de Vinos de Impacto de ofertas de bodegas indígenas, de propiedad negra y con mentalidad de misión. El chef ejecutivo Oscar Lorenzzi, nacido en Lima, se inclina por los sabores peruanos con platos como el clásico ceviche, la cebada peruana con hongos asados y trufas de invierno, el arroz con pato con hinojo y cebolla encurtidos, y las vieiras asadas con guiso de calabaza y maíz peruano. Ya sea que vengas a Contento por su accesibilidad, una lista de vinos reflexiva o la cocina inspirada en Perú, disfrutarás de tu velada. Aquí hay espacio para todos.
Win Son
Hay mucho en el menú en el taiwanés Win Son, y poco de ello decepciona. Comienza con pepinos marinados y almejas con albahaca. Luego pasa a la berenjena frita con vinagre negro; bollos de cerdo a la plancha; tofu salteado con cebollinos y frijoles negros de Yunlin; y fideos de sésamo hechos con sésamo negro, hongos, hojas de guisantes y cacahuetes. Para el postre, hay solo una opción: tian miantuan, que es un donut frito con helado de vainilla y leche condensada.
Katz's Delicatessen
Los destinos turísticos en Nueva York rara vez entran en la rotación regular de los locales. Katz’s es una excepción. Lo que comenzó como una delicatessen llamada Iceland Brothers ha estado cortando pastrami excepcional, carne en conserva y pan de centeno en el Lower East Side desde 1888 (y protagonizó el famoso cameo «Tomaré lo que ella está tomando» en When Harry Met Sally). Aunque el menú ofrece atún, hamburguesas e incluso un cheesesteak, opta por los clásicos de la deli como los sándwiches de pastrami, carne en conserva y lengua de res. Completa tu pedido con un knish, un tazón de sopa de matzo ball o blintzes de queso.
